Cuatro claves para fomentar la autodisciplina
Lograr las metas en cualquier ámbito requiere de esfuerzo, constancia y, sobre todo, mucha autodisciplina. Esta última es decisiva para crear hábitos, alcanzar objetivos y trabajar en el desarrollo personal.
Hace poco les conté de mi pasión por el atletismo. Comencé a correr a los 40 años (hace 8 meses) creyendo que no era buena porque en una ocasión la profesora de primaria aseguró que no tenía aptitudes para el deporte. Sin embargo, he mejorado en muy poco tiempo y ya he logrado varios podios en mi categoría. La autodisciplina y la constancia han sido la clave.
Autodisciplina y voluntad
La autodisciplina es esa llama interior que te impulsa a llevar adelante un proyecto, un deporte o un hábito. Está relacionada con la voluntad. Para el psicólogo y terapeuta español Omar Rueda, la voluntad es la que nos empuja a dar el paso hacia la acción. Por tanto, es un acto mental que requiere de energía y esfuerzo.
Correr nunca había resonado en mi mente. Siempre lo percibí como un deporte difícil y, obviamente, ni me preocupé por intentarlo. Sin embargo, se convirtió en mi aliado cuando mi terapeuta me recomendó hacer alguna actividad física como parte de mi tratamiento para superar la depresión. (Y, sí, hacer deporte es crucial para mantener la salud física y mental).
Desde entonces, el atletismo comenzó a convertirse en una pasión. Supe que tenía cualidades para correr el día que completé una carrera de montaña. Pero la voluntad me impulsó a la acción y la autodisciplina me ha ayudado a mantener la constancia. Antes, levantarme un fin de semana a las 6:30 de la mañana para ir a correr era impensable, ahora es un hábito que disfruto mucho.
Claves para fomentar la autodisciplina
¿Necesitas aprender nuevas habilidades? ¿Quieres mejorar en un idioma? ¿Buscas un nuevo desafío laboral? Entonces, no descuides la autodisciplina y sigue leyendo porque te mencionaré mi top favorito para conquistarla:
- El entrenamiento es clave: La voluntad y la autodisciplina guardan relación. Por tanto, la voluntad es como un músculo, si no se entrena lo más probable es que se atrofie. Por eso, mientras más entrenes, mayor será tu autodisciplina. Puede que en un principio dejar de tomar gaseosas, ir al gimnasio o levantarte más temprano se convierta en un desafío, sin embargo, cuando le das un sentido a la acción, todo cambia.
- Sé realista y busca el equilibrio en cada objetivo: Pon siempre los pies sobre la tierra. Planifica y haz actividades de manera gradual antes de comprometerte en muchas. El estrés o el cansancio podrían jugarte una mala pasada.
- Reduce las distracciones: Las redes sociales, el uso constante de WhatsApp, la televisión por streaming, entre otras, pueden cautivarte y secuestrar tu atención rápidamente. No pierdas el foco. Aprende a gestionar el tiempo y comenzarás a ver los resultados.
- Constancia y compromiso: La autodisciplina no se logra en 24 horas ni aplicando fórmulas mágicas. Requiere de constancia y un compromiso contigo mismo para lograr tus objetivos, adquirir hábitos o desarrollar nuevas habilidades.
Quiero cerrar estas líneas con un fragmento que encontré en El principito:
Es cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Después de terminar la higiene matinal, hay que hacer con cuidado la limpieza del planeta. Hay que obligarse regularmente a arrancar los baobabs en cuanto se los distingue de los rosales, a los que se parecen mucho cuando son muy jóvenes…
¿Te animas a practicar la autodisciplina?
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